jueves, enero 05, 2006

Algo más que canciones...

Sería bueno determinar con exactitud que canciones corresponden a cada etapa de nuestra historia personal y musical. Creo que es importante definir cuales de estas realmente pertenecen al proyecto de “El extremo”. Soy de los que piensan que las canciones son como fotografías, y hay fotos que fueron del grupo y otras que no. Como la mayoría de nosotros, tengo canciones anteriores (bastante precarias, ya que tenía 18 años antes de unirme a la banda, y mis acercamientos a la composición hasta ese momento no eran del todo maduros…, mas bien casi nada); canciones que hice e hicimos durante la existencia en el tiempo del grupo; canciones que hice durante esa misma época, pero que nunca fueron incorporadas al proyecto; canciones que son posteriores a la finalización de ese proceso donde por ejemplo ya éramos otra gente y teníamos otros nombres: “Enemigo mío”, “Axolotl”, “M.U.J.E.R.” ó “Mácula”; y por último las canciones actuales, las que siguen naciendo, las más nuevas; todas estas que he nombrado son fotos diferentes y merecen ser analizadas en forma discriminada. Muchas veces me creo que todo tuvo que ver con todo: la juventud con la creatividad, la ansiedad con la ejecución, la amistad con la música, las canciones de cada uno con la vida de todos nosotros; pero finalmente pensándolo más en frío, me doy cuenta que las cosas fueron de una forma menos absoluta, que durante este proceso que viene durando 18 años hubo un grupo de personas que fueron creciendo juntos, más allá de los temas musicales y los proyectos individuales. Seres especiales con gustos parecidos, que tuvimos la suerte de coincidir en una parte del tiempo y del espacio llamado "El Extremo" (sito en Glew, Longchamps y la Sala de Luís) propicio para nuestra formación como artistas, donde tuvimos la gracia de compartirlo como amigos, y vivir juntos el paso de la adolescencia a la vida adulta. Las canciones fueron son y serán, solamente un registro de nuestro modo particular de ver las cosas.
Los recuerdos parecen incontables e infinitos, de todos ellos lo que más me conmueve es la manera en que pasábamos esas horas de ensayos y salidas compartidas. La risa, la música, la diversión y los sueños, siempre estuvieron presentes a lo largo de nuestros encuentros.
Con respecto a "la lista", voy a agregar unas cuantas que no han sido incluidas. Pertenecen a el grupo de canciones (lados B), correspondientes a formaciones posteriores, y grabaciones perdidas que prácticamente no fueron ensayadas. Una de estas, es según mi forma de ver las cosas la canción que mejor grabé con el portaestudio de 8 canales: “La oscuridad y Stell”. Esa grabación fue guardada en video y cada vez que la veo encuentro pruebas de las locuras a las que me llevaba hacer música. Vivía en un departamento de 1 ambiente. En la grabación se ve a Martín cantando, y de fondo mi beba de 1 año durmiendo (hoy tiene 12), mi mujer (hoy ex mujer) también durmiendo, y el resto del ambiente cubierto de instrumentos musicales; ¿hora? 2:00 AM. También podemos recordar a “Parpados”, canción de Leo con algunas modificaciones hechas por la formación de “Enemigo mió”, tema que aún seguimos tocando en “Mácula”. Otra de Leo: “Ante mi”; esta fue la primer canción que grabé cuando me compre el sintetizador. Me acuerdo que de tantos sonidos que le puse en algunas partes del tema la canción se cortaba porque el teclado se quedaba sin voces disponibles…, los efectos de la ansiedad aplicados a un tema hermoso con un chiche nuevo. “Un viernes”, un tema que grabamos con Leo para el proyecto de “Coleccionistas de lagrimas”, en este tema los dos gritamos unas cuantas veces en forma desaforada. En una de las tantas tomas de la grabación, donde repetíamos estos gritos, golpearon la puerta del departamento de mis viejos en forma intimidante y desaparecieron…. “Existencia fatal”, otro tema de Leo y mío que fue el primero que grabe en la primer portaestudio que tuve, era de 4 canales. También una canción que grabamos con Martín Lezama que decía: “Ella pasa sus horas en la ventana, bosquejando su hombre ideal/siempre se esta mejor en la distancia, ella sabe muy bien como jugar…”, no recuerdo el nombre, pero la canción es buenísima. Bajo la influencia de “Héroes del Silencio” y un poco mas lejos del momento inicial llegaron: “Trofeos de amor” y “Extraños en un lugar extraño”. Una canción que compusimos con Leo sentados en la cama de Martín un día que las cosas no estaban muy bien en la banda: “Yo siento el final”. “Casi en el borde del alba”, que originalmente era una letra de Martín Lezama, y que modifique un poco para adaptarla al reflejo del momento que vivía con la pérdida de un ser querido. Finalmente solo voy a nombrar algunas otras canciones no menos importantes: “Tras tus ojos”, “Pálpitos”, “Plegando tus alas”, “Coral”, “La sal de tu boca”, y un tema de Cisma llamado “Diosa mística” (que tome prestado a cambio de un micrófono y un simulador doppler).
Para finalizar les dejo una cita de algo que en aquel tiempo nos hizo pasar un muy buen momento, y hoy me deja un muy buen recuerdo. Durante la existencia de “El Extremo” hicimos varios covers, recuerdo temas de U2, Beatles, Soda, Calamaro, Fito, Charly, etc. Esa noche estábamos tocando en McKartur, Martín Lezama se acercó al micrófono y dijo: “¿Van a bailar un poco?”. Arrancamos una versión desafinada pero potentísima de “De música ligera” de Soda Stereo. Justo antes del solo sobre el final del estribillo, Martín nos sorprendió con una entrada al micrófono copiando a “Gustavo Cerati” pero con algo muy personal de su parte y dijo: “nada mas queda…, NADA MA!!”. Deberían volver a escucharlo.

Martín Gericke. http://martingericke.blogspot.com